El uso combinado de ácido salicílico al 18%, ácido azelaico al 15% y ácido mandélico al 10% en peelings químicos ofrece una estrategia efectiva para abordar afecciones cutáneas como el acné, hiperpigmentaciones, rojeces y fotoenvejecimiento.
Ácido Salicílico (18%)
El ácido salicílico es un beta-hidroxiácido (BHA) lipofílico que penetra en los poros, facilitando la exfoliación y reduciendo la formación de comedones. Su acción antiinflamatoria lo convierte en una opción adecuada para pieles acnéicas y con tendencia a la irritación. Además, su capacidad para exfoliar la capa córnea mejora la textura y luminosidad de la piel.
Ácido Azelaico (15%)
El ácido azelaico posee propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y queratolíticas. Inhibe el crecimiento de bacterias como Propionibacterium acnes y Staphylococcus epidermidis, reduciendo la inflamación asociada al acné. Además, disminuye la síntesis de melanina, siendo útil en el tratamiento de hiperpigmentaciones y melasma. Su alta tolerabilidad lo hace apto para pieles sensibles y con rosácea.
Ácido Mandélico (10%)
El ácido mandélico es un alfa-hidroxiácido (AHA) de mayor peso molecular, lo que permite una exfoliación más suave y progresiva. Es especialmente beneficioso en pieles sensibles, reactivas o con fragilidad capilar, ya que minimiza el riesgo de irritación. Su uso mejora la textura cutánea y atenúa signos de fotoenvejecimiento.
Combinación con Microdermoabrasión con Punta de Diamante
La microdermoabrasión con punta de diamante es un procedimiento no invasivo que exfolia mecánicamente la capa superficial de la piel, eliminando células muertas e impurezas. Esta técnica mejora la textura cutánea, reduce poros dilatados y atenúa hiperpigmentaciones superficiales. Al combinarla con peelings químicos, se potencia la renovación celular y se optimizan los resultados en tratamientos de acné, hiperpigmentaciones y fotoenvejecimiento.
Protocolos de Tratamiento
• Sesiones recomendadas: Se sugiere realizar entre 4 y 6 sesiones, con intervalos de 3 semanas. Es posible alternar con otros tipos de peelings en sesiones posteriores para potenciar los efectos.
• Mantenimiento: Una sesión cada 3 meses ayuda a conservar los resultados obtenidos y a mantener la salud cutánea.
Conclusión
La combinación de estos ácidos en peelings químicos, junto con técnicas de exfoliación mecánica como la microdermoabrasión con punta de diamante, ofrece una estrategia integral y efectiva para el tratamiento de diversas afecciones cutáneas. Este enfoque mejora la textura, tono y apariencia general de la piel, siendo adecuado incluso para pieles sensibles o con condiciones específicas como la rosácea.
Otros Enlaces de Interés:
Aparatología Estética y Médico – Estética. – Susana Apolo y Juan Copovi (azureditorial.com)