En primer lugar, debes tener clara la diferencia entre limpiar y desinfectar, ya que si limpias sin desinfectar no estarás matando los virus y bacterias.
Las superficies lisas no porosas como los pomos de las puertas, los teléfonos móviles o las mesas son ideales para transportar los virus en general por lo que, deberías limpiarlos con frecuencia. En cambio, las superficies porosas como el cabello, la tela o el papel no permiten que los virus sobrevivan tanto tiempo. Esto es así porque los diminutos agujeros de esos materiales pueden atrapar el microbio e impedir su transferencia.
Lo ideal es limpiar primero y desinfectar después con un agente químico como alcohol para desinfectar o lejía sin detergente. Así, para una mayor efectividad, en el momento de la limpieza se podrá colocar en un pulverizador una solución de alcohol con, al menos, un 70% de concentración. Antes de empezar a cocinar puedes rociar con esta mezcla la encimera y los utensilios que vayas a utilizar. Deja actuar unos cinco minutos y retira con un algodón antes de que se seque. No hay que ser paranoico, pero lo ideal es hacerlo varias veces al día.
Cómo desinfectar tu casa a fondo
Baños y cocina: los mayores focos de infección en la vivienda son la cocina y el baño, por eso su limpieza debe ser exhaustiva. La lejía y el amoniaco son estupendos desinfectantes, así que se recomienda limpiar con estos productos los baños, grifos, lavabo, ropa, paños, radiadores… Limpia los armarios por dentro, aspira los estantes y los cajones y pulveriza todos los interiores y las puertas con tu spray desinfectante.
Sofás y ropa de hogar: el sofá es sin ninguna duda uno de los puntos de mayor infección de la casa, sobre todo si tienes mascotas. Si tiene funda, quítala y desinféctala en la lavadora. En caso de que tu sofá sea de piel, lo mejor es que lo limpies con una bayeta y un producto especial para tapicería. Limpia a conciencia todos los textiles del hogar que se puedan meter en la lavadora, como cortinas, ropa de cama, fundas de almohada o toallas de baño, siguiendo siempre las recomendaciones de las etiquetas. Puedes añadir un poco de lejía a la colada, de blanco o de color según corresponda.
Ventanas: debes limpiarlas tanto por dentro como por fuera y puedes hacerlo con amoniaco, pues tiene un efecto desengrasante y desinfectante. Lo tendrás que rebajar con agua y usar siempre guantes porque es muy abrasivo con la piel. Otra alternativa a este producto es el vinagre, que además aporta brillo. Solo tienes que diluirlo en agua caliente o tibia e introducir la mezcla en un pulverizador.
Otros elementos: no olvides limpiar los componentes de contacto diario, como son las puertas, manivelas, toallas, telefonillo, mando a distancia… Es esencial limpiarlos con amoniaco o alcohol para desinfectar. Si realmente quieres evitar el contagio del coronavirus, debes desinfectar la casa de forma adecuada y con los productos indicados.
Medidas en casas con personas infectadas
El Consejo General de Enfermería (CGE) recomienda una serie de medidas para la convivencia con personas infectadas. A través de una infografía, nos muestran los pasos a seguir para una correcta limpieza y desinfección de los domicilios de los afectados para evitar nuevos contagios entre sus familiares: